martes, 28 de abril de 2020

"LA MAGA CIRCE" P. del Lenguaje

¡HOLA 5TO!
HOY VAMOS A LEER "LA MAGA CIRCE", OTRA AVENTURA DE ULISES, EL HÉROE DE LA MITOLOGÍA, PARA CONOCER MÁS SOBRE ESTE PERSONAJE...

LA MAGA CIRCE
Cuentan que al finalizar la guerra de Troya*, Ulises* y sus hombres pasaron todo tipo de aventuras en su regreso a Ítaca*. Así, se enfrentaron a gigantes de un solo ojo, lucharon contra tempestades y soportaron la ira de los dioses. Durante su largo y penoso viaje a casa, pasaron por Ea, una isla del mar Egeo*. Esta isla llamaba la atención por los frondosos árboles que crecían en ella casi hasta sus orillas. Una mañana clara, el barco de Ulises echó el ancla muy cerca de la costa. Un grupo de sus hombres descendió a explorar la isla y a buscar comida y agua fresca. Apenas desembarcaron, los hombres se internaron en un bosque oscuro y silencioso que inspiraba temor. Repentinamente, se escuchó un rugido. Luego, un rugido más. Y un tercero. Los hombres desenvainaron* sus espadas y, rápidos, formaron un semicírculo para protegerse. Silencio. Hasta que el crujido de unas ramas reveló la presencia de tres leones. El jefe del grupo se adelantó. Pero algo en la mirada del animal le permitía sentir que no había amenaza. —Mira con pereza, como buscando una caricia... —pensó uno de ellos. En ese momento, el león se acercó a él y comenzó a frotarse contra su pierna, con suavidad. El griego le rascó la cabeza; entonces el felino* se echó panza arriba y comenzó a ronronear como un gato. Los hombres decidieron seguir su camino y los leones los acompañaron en todo su trayecto. A poco llegaron a un claro donde se levantaba un monumental palacio de mármol rosado, con hermosas columnas blancas. En sus escalinatas, y a todo su alrededor, podían verse grupos de animales. Tigres, lobos, leones los observaban con gesto amistoso. Los griegos subieron las escalinatas y al final de ellas los recibió la dueña del palacio, una mujer bella y hospitalaria*. —Mi nombre es Circe —les dijo.
Después se enteraron de que era hija del Sol; eso tal vez explicaba sus extraños ojos amarillos. Pero nadie les advirtió que también era hechicera. Un delicioso olor a comida se sentía por todo el palacio. Eso avivó más el apetito de los hombres, que soportaban el hambre desde hacía varios días. Como adivinando su deseo, Circe les dijo entonces: —Preparé unos pasteles... ¿Quieren probarlos? Los hombres la siguieron fascinados como perros tras un hueso. —Mezclé la harina con la manteca y los huevos, agregué almendras y pasas, vino dulce y crema, y una esencia muy especial... —explicó ella. Mientras Circe ofrecía los pasteles a sus invitados, otras jóvenes y bellas mujeres les servían vino, los abanicaban y bailaban encantadoras danzas. Solo uno de los griegos se negó a comer y a beber. Euriloquio era famoso por su naturaleza desconfiada: algo en los ojos dorados de esa mujer le hacía pensar que podía tratarse de una bruja. Con disimulo salió del palacio para vigilar todo desde afuera. Escondido entre los animales que permanecían en el pórtico*, Euriloquio fue testigo de un hecho extraordinario. Repentinamente, a uno de sus compañeros comenzó a crecerle la nariz. Luego esta se le respingó y sus agujeros se volvieron enormes. Su bigote, su barba y todo su cabello desaparecieron. Se achicaron sus ojos, engordó su cuello, sus piernas se acortaron, le crecieron pezuñas y un rabo corto y pequeño. Cayó en cuatro patas y comenzó a gruñir y a revolcarse entre la comida. De la misma manera, uno a uno, todos los compañeros de Euriloquio se transformaron en cerdos. Revolcándose en la comida, gruñían completamente olvidados de su pasado de héroes. Inmediatamente, las mujeres comenzaron a ahuyentarlos fuera del palacio. Desolado*, Euriloquio los vio pasar rumbo al lodazal que se había formado junto a un estanque, cerca de la entrada. Decidió entonces avisarle a Ulises lo sucedido y corrió hacia la costa. Pero, en el camino, Euriloquio encontró al héroe griego, que avanzaba ya hacia el bosque. —¿A qué se debe la tardanza? ¿Dónde están tus compañeros? —le preguntó Ulises preocupado. —En el chiquero —respondió Euriloquio. —¡Qué bien! ¡Comeremos cerdo en nuestro almuerzo! —dijo Ulises esperanzado. —No. A menos que quieras almorzar a tus propios hombres... Y Euriloquio le contó la extraña metamorfosis* que había presenciado. —Circe es una mujer muy peligrosa. El buen trato y la buena atención solo ocultan a una verdadera bruja: convierte a los hombres en cerdos, leones, lobos... Ulises decidió intervenir él mismo en el rescate. Fue solo. Pero los dioses no lo abandonaron. Hermes*, el mensajero, se presentó para prestarle ayuda.
—Esto te protegerá de esa mujer hechicera —le dijo. Y le entregó una pequeña rama oscura en la que habían florecido siete pequeñas flores blancas—. Es el mejor antídoto* contra las mezclas mágicas que Circe prepara en sus hornos y calderos. —Gracias, Hermes, no me separaré de ella —alcanzó a responderle Ulises mientras los pies alados del mensajero lo devolvían al cielo. Ulises llegó al palacio con la rama oculta entre la ropa. Vio a los cerdos, los tigres, los leones, los lobos... Caminando entre los animales, avanzó hacia una encantadora mujer que lo recibía con los brazos abiertos. Como sus hombres, entró en el palacio y aceptó las atenciones de Circe. Cada tanto, Ulises probaba algún bocado de los manjares que le ofrecían. Pero su cuerpo no parecía experimentar ningún cambio. Seguía siendo el mismo hombre robusto y moreno que tan bien conocían sus compañeros, el astuto, el de los buenos consejos, el que había ideado la trampa del caballo de Troya. La rama, sin duda, surtía efecto. Circe comenzó a inquietarse: no entendía por qué el encantamiento parecía no dar resultado. Hasta que Ulises se puso de pie, desenvainó su espada con gesto desafiante, miró a Circe en la profundidad de sus ojos amarillos y exigió: —Quiero a mis hombres. Devuélveles su forma humana. La maga bajó la cabeza y aceptó su derrota. La piara* entró en el salón. Circe movió su mano en el aire y uno por uno los cerdos volvieron a ponerse en dos pies, perdieron sus rabos y recuperaron la forma original de sus cuerpos. Los hombres estaban desorientados: no sabían dónde estaban, ni quiénes eran. Pacientemente, Ulises los nombró, uno por uno, y les contó lo sucedido. —Ahora devuélveles su forma humana a los lobos, los tigres, los leones —volvió a exigir Ulises. —¡Sería tonto! —exclamó Circe—. Mis animales son felices aquí. Y si recuperaran su forma humana no recordarían quiénes son, ni quiénes fueron. No habría nadie para ayudarlos. Ulises aceptó sus razones, como también aceptó su hospitalidad. Él y sus hombres pasaron una larga temporada de descanso en el palacio. Esta vez, Circe cocinó sabrosos guisos y delicados pasteles sin ningún ingrediente mágico. Y tan cómodos y satisfechos se sintieron que su descanso se prolongó por un año. Hasta que el deseo de volver a casa, que todos los viajeros sienten en algún momento, fue más fuerte y emprendieron el regreso. 
Adaptación de “Circe, la hechicera”, de Graciela Montes, cuento basado en el relato de Homero, Odisea.


GLOSARIO (SIGNIFICADO DE PALABRAS DEL TEXTO)
Guerra de Troya: legendaria guerra en la que se enfrentaron griegos y troyanos. 
Ulises: héroe griego, protagonista de Odisea, de Homero. 
Ítaca: isla del mar Jónico, patria de Ulises. 
Egeo: mar entre Grecia y Asia Menor. 
Desenvainar: sacar algo de la vaina o estuche. 
Felino: animal que pertenece a la familia del gato, como el león y el lince. 
Hospitalario: que recibe amablemente. 
Pórtico: espacio cubierto y con columnas, situado delante de un palacio o templo. 
Desolado: afligido, apenado. 
Metamorfosis: transformación de una cosa en otra. 
Hermes: dios griego, mensajero de los dioses y protector de los viajeros. 
Antídoto: contraveneno de una sustancia tóxica determinada. 
Piara: manada de cerdos. 

PARA PENSAR Y RESOLVER...

 1. ¿En qué época transcurre la historia de “La maga Circe”?

2. Nombra a los personajes que aparecen y descríbelos con una palabra.

3.¿En qué lugar se encuentran los personajes?

4. Completen la secuencia narrativa del conflicto del mito. Es decir, escribe los hechos que faltarían en el conflicto ya escrito.
 Los hombres de Ulises desembarcan en una isla y se encuentran con unos leones.
 Llegan hasta un palacio acompañados por los leones.
 Allí Circe los invita a comer.
………………………………………………………......……….
………………………………………………………......……….
………………………………………………………......……….

4. Para responder a las preguntas, marquen la opción que les parezca correcta.
  ¿Por qué la actitud de los leones sorprende a los hombres de Ulises?
Porque los leones se muestran perezosos.
Porque los leones los siguen.
Porque los leones actúan muy tranquilos.
  ¿Por qué Euriloquio se niega a comer y a beber lo que les ofrecen?
Porque desconfía de Circe.
Porque Circe tiene ojos dorados.
Porque él debe vigilar desde afuera.
 ¿Por qué Circe no les devuelve la forma humana a los otros animales?
Porque los animales son muy feroces.
Porque no recordarían quiénes son.
Porque no sabe cómo hacerlo.

5. ¿Cómo logra Ulises derrotar a Circe? ¿De quién recibe ayuda?

6. ¿Por qué permanece un año en la isla con sus compañeros?

CUALQUIER DUDA, ESTOY A DISPOSICIÓN... ¡CARIÑOS!
SEÑO SANDRA

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